miércoles, 20 de mayo de 2015

Isla en formación ubicada en japón podría convertirse en un "laboratorio natural"


Los  científicos  corroboran  que  los  fluidos  de  los  pájaros  pueden  ser  el  ingrediente  secreto  de la  madre  naturaleza  para  formar  un  hábitat  en  lo  que  todavía  es  un  volcán  activo,  que  recién salió  a  la  superficie  en  noviembre  del  2013  en  Japón. 

A  partir  de  esto  los  cientificos  estudian  como  la  vida  logra  colonizar  en tierra  desierta,  ayudada  por  medios  biológicos  como el excremento  y desechos  de  aves.

Este territorio es una porción de tierra ubicada a unos 1.000 kilómetros al  sur de Tokio, que ha crecido y superado el tamaño de su predecesora, la isla de  Nishinoshima. Ambas formaciones forman parte del archipiélago de Ogasawara.  
La "Nueva Nishinoshima", un territorio de 2,46 kilómetros cuadrados, según  los datos de febrero de la Guardia Costera Japonesa, es actualmente una roca  desnuda, formada casi exclusivamente de lava. 
Sin embargo, los científicos afirman que un día estará lleno de vida  vegetal, e incluso animal, a medida que la naturaleza vaya colonizando este  "laboratorio natural".  
"Los biólogos nos estamos centrando en las nuevas islas porque podremos  observar el punto de partida del proceso evolutivo", dijo Naoki Kachi, profesor  y jefe del Comité de Investigación Ogasawara, perteneciente a la Universidad  Metropolitana de Tokio. 
Una vez que la actividad volcánica cese, "probablemente lo primero que pase  sea la llegada de plantas traídas por las corrientes marinas o adosadas a las  patas de las aves", señaló. 
Estos animales podrían usar la isla como un lugar de descanso o incluso  podrían establecerse allí.  
Sus excrementos, juntos con sus plumas caídas, vómitos y los restos de sus  cuerpos cuando mueren, acaban por formar un sustrato rico para el suelo y para  las semillas que atrae el viento o que portan las mismas aves en sus sistemas  digestivos.  
"Lo que más me interesa es el efecto de los pájaros en el ecosistema de las  plantas, cómo los desechos de su cuerpo se transforman en fertilizantes  orgánicos que enriquecen la vegetación", dijo a la AFP Kachi. 
La antigua Nishinoshima, que mide sólo 0,22 kilómetros cuadrados, albergaba  colonias de aves hasta que una erupción volcánica los ahuyentó.  
Los científicos no saben cuándo dejará Nishinoshima de escupir lava, pero  su expansión puede verse afectada por la erosión.  
fuente: http://www.latercera.com/noticia/tendencias/2015/05/659-630103-9-isla-en-formacion-ubicada-en-japon-podria-convertirse-en-un-laboratorio-natural.shtml
Eduardo Vera S.

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